Visible es un proyecto artístico autogestivo escrito por Santy Rodriguez (@anti.rati) y editado y publicado por la editorial independiente Azul de Ciervo. En palabras de su escritora, Visible es una respuesta política en un contexto político en donde las instituciones, junto con el Estado, perpetúan, alimentan y crean discursos de odio sobre diferentes sectores. Visible es memoria de resistencia de quienes nunca ligan nada en la repartija desigual.
El fanzine reúne textos pero también fotografías de la infancia de Santy en su barrio. Las fotografías, encontradas al fondo del ropero de su mamá, cumplen un rol fundamental en sus relatos, creando una pieza completa capaz de encendernos el corazón.
-¿Cómo fue el proceso de producción de Visible?
-Mandi (Azul de Ciervo): La Santy tenía ganas de sacar a la luz sus escritos y fotos. Al principio me pasó el material y mi trabajo fue editarlo, hacer que eso se amalgame y forme un fanzine. Me parecieron muy valiosas las imágenes, las fotos, el registro que hizo la Santy. Me parece que la poesía sin imagen o sin ese registro carece de algo. Se unió todo de manera muy perfecta e hizo que tenga un carácter muy cotidiano y también ese tinte analógico y nostálgico.
-Santy: La idea de sacar algo viene desde hace bastante tiempo. Visible viene a decir acá estamos. Quieran o no, existimos frente a una institución, un Estado, que nos niega constantemente. Todavía hay una resistencia a reconocer que estamos, que existimos y que elegimos construir una identidad, una identidad popular, una identidad villera, tumbera, que puede ser también una identidad de género.
-M: Además el carácter del fanzine es una respuesta política porque es una herramienta y un dispositivo que tiene que ver con la autogestión y la autogestión viene de hacer lo que podemos con lo que tenemos. Con Azul De Ciervo hace mucho tiempo venimos trabajando con el fanzine porque es un objeto que se puede reproducir y la gente lo puede comprar.
La publicación contó con el apoyo de organizaciones sociales, políticas y sindicales que hicieron posible su producción. Santy explica que buscaron financiación en las organizaciones: “La mayoría de las necesidades que tenemos son cubiertas por las organizaciones sociales, territoriales y sindicales. El acceso a la cultura es una necesidad básica que se nos ha negado históricamente, entonces ¿quiénes van a ayudarnos a que podamos crear esto si no son las organizaciones?”.
-¿Por qué escribis?
-S: Yo creo que la escritura es una herramienta que a mi me ha permitido poder acceder a ciertos espacios y poder decir algo desde otro lugar, que capaz que si voy con un megáfono a gritar no me dan mucha bola. Creo que es un rol que hay que ocupar y la militancia me ha ayudado mucho a entender que es importante hacernos cargo del rol político que ocupamos.
Santy memoriza en los escritos su infancia y adolescencia en el barrio. Pero sabe que esa historia no es solo suya: “Cuando vos construir una identidad villera, tumbera y más aún cuando construimos una identidad de género en esos lugares, en esos territorios, hay que tener muchísimo respeto porque, en estos contextos, construir una identidad en base a eso nos ha costado hasta la vida y les cuesta la vida a un montón de compañeras”.
-¿Qué lugar ocupan las fotos de tu infancia en el proyecto, en tu poesía?
-S: Las fotos tienen que ver con rescatar que somos parte de una historia… No somos el Che Guevara o grandes héroes de la revolución, pero si estamos en un contexto político bastante difícil, que arrastramos desde aquellas fotos hasta la actualidad. Y no hay manera de no rescatar las ollas populares que se hacían en los barrios para que los crios coman, que hoy se hacen también, las historias de las compañeras que hacían piquetes en los supermercados para que la gente pudiera comer, de los primeros cortes de ruta. Todas son fotos que sacó mi vieja en ese momento, que cuentan una historia, y esa historia desmenuza diferentes heridas que todavía no se curan. Pero que en esas heridas también hemos sabido construir afecto, en lugares donde a veces es difícil.
-¿Cómo encontraste esas fotos?
-S: Las encontré en el fondo del ropero de mi mamá. Son fotos del 2000, plena crisis. Yo recuerdo que iba a la casa de mis amiguitos del barrio y todos tenían fotos de la infancia, y nosotros no porque no teníamos cámara. Pero una vecina nos prestó una y ahí mi mamá hizo los registros.
-¿Por qué creen que es importante que Visible y producciones como Visible existan?
-M: Creo que lo más importante es saber que podemos hacerlo. Porque nos dicen que no podemos hacerlo, que nosotras no podemos editar un libro o un fanzine.. Es difícil conseguir recursos, sí, pero podemos hacerlo. Y es necesario que lo hagamos para poder decir lo que tenemos que decir, lo que tenemos adentro.
-S: Tiene que ver con acceder a espacios que se nos niegan. Poder acceder a la cultura. En los sectores populares siempre es una necesidad que se nos ha negado.. Y también hemos dejado de lado, porque tenemos urgencias como comer. Estos proyectos nos muestran que se puede, rescato por ejemplo la publicación de Damian Virginilo, que escribió en la cárcel y pudo publicarlo cuando salió. Se puede, claramente, pero en red, colectivamente. Porque contamos historias particulares pero necesitamos lo colectivo.
Conseguí el fanzine a través de instagram: @anti.rati o @azuldeciervo