El video de Malafama despertó la cancelación. Viralizamos el video para denunciar que eso no se hace pero ¿cómo señalamos las prácticas abusivas sin descuidar, una vez más, a las infancias? ¿percibimos a las niñeces como sujetos de derecho? Este es un llamado a repensar el rol de lxs adultos y el lugar que les damos a les niñes en el mundo, para cuidar a las infancias con información y mucha ESI.
Cuando representamos la infancia nos gusta dibujar flores, casitas, autitos y muchos, muchos corazones. Pero, la romantización de la niñez siempre nos nubla un poco la vista: nos olvidamos que lxs niñxs también son sujetxs de derecho.
Hace unos días se viralizó un video donde vimos al cantante de Mala Fama meter su mano por debajo de la remera de una niña. En redes sociales se desató “la guerra de la cancelación” y todes nos indignamos frenéticamente. Pero, ¿estamos poniendo el eje donde hay que ponerlo?, ¿qué pasa con esa infancia y qué estamos haciendo para cuidarla?
El video que vimos es claro: hay un adulto en una situación abusiva, porque el cuerpo de les niñxs no se toca. Pero, ¿podemos decir que estamos frente a un #abusador o #pedofilo? Bueno, la cosa es más complicada (siempre tenemos que complejizar porque la vida no es nada simple amigues). Hay indicios de una situación violenta y abusiva contra una menor. El Estado, los organismos y lxs especialistas deben, con urgencia, abrir una investigación para proteger a la niña.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer lxs simples mortales? El video despierta en todes una sensación desagradable de indignación colectiva, sabemos que no está bueno lo que estamos viendo. Peeero que el árbol no nos tape el bosque. Es momento de cuidar a les niñes y tenemos la oportunidad de frenar, informarnos y repensar las infancias, alejándonos del enfoque adultocéntrico que nos caracteriza. La responsabilidad es de todes. Y si queremos infancias dignas, les adultxs no podemos hacernos lxs boludes.
Arranquemos con algunas preguntas necesarias para proteger a las infancias:
¿Qué es el abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes?
UNICEF dice que el abuso sexual contras las infancias ocurre cuando un niñx es utilizado para la estimulación o gratificación sexual de su agresor. Implica toda interacción sexual en la que el consentimiento no existe o no puede ser dado, independientemente de si el niñx entiende la naturaleza sexual de la actividad e incluso cuando no muestre signos de rechazo.
Tengamos en cuenta también que el contacto sexual entre un adolescente y un niño o niña más pequeñxs también puede ser abusivo si hay una significativa diferencia en la edad, el desarrollo, el tamaño o si existe un aprovechamiento intencionado de esas diferencias.
La interacción abusiva puede ocurrir con o sin contacto sexual: Los manoseos, frotamientos, contactos y besos sexuales son abuso. El coito entre los muslos es abuso. Cualquier tipo de penetración (con objetos también) es abuso. El exhibicionismo y voyeurismo son abuso. Comentarios sexuales e indagaciones inapropiadas acerca de la intimidad sexual de les niñxs son abuso. La exhibición de pornografía o el uso de niñes para material pornografico es abuso.
Pensemos un poco en el contexto: el 80% de los abusos sexuales contra las infancias se da al interior de los hogares. Es decir, los agresores son adultos conocidos, familiares directos, parientes u otro NNyA y el 95% de los abusadores son varones.

“Enfermos de mierddddd” dirán algunes, pero no: recordemos que solo el 5% de los varones que ejercen violencia sexual tienen patologías psicológicas. Hay toda una cultura de la violación basada en aquellas creencias que alientan a la agresión bajo el supuesto de que las mujeres debemos satisfacer el deseo infrenable de los varones, en relaciones desiguales de poder. El abuso es una forma de disciplinamiento, un mensaje de poder sobre el cuerpo de les otres: “La violación es una retroalimentación del poder viril en sus variadas formas: física, bélica, política, económico, moral. El sujeto violador es un moralizador por excelencia”, define la antropóloga Rita Segato. No podemos asociar las violaciones con patologías mentales. Hacerlo justifica, estigmatiza e invisibiliza. Los abusadores no están locos, solo son hijos sanos del patriarcado.
Consultamos a Alexandra Cardozo para entender un poco más cómo el poder se detenta sobre las infancias. Ella es estudiante de trabajo social y militante de Juventudes de CTA Autónoma de Río Cuarto, una organización sindical que coordina más de veinte merenderos y comedores comunitarios, donde miles de infancias circulan diariamente. Cardozo explica que en estas prácticas abusivas hay factores que tienen mucho que ver en cómo se llevan a cabo. Estamos hablando de factores de asimetría de poder, de conocimiento, de gratificación sexual. La asimetría de poder puede ser por las diferentes edades, los roles, la fuerza física del sujeto hacia el niñx, hasta incluso la capacidad de manipulación psicológica del abusador. Cuando el agresor es un familiar, les niñes están expuestxs a una situación de vulnerabilidad mayor por la dependencia afectiva, por ejemplo.
¿Qué tenemos que hacer frente a una situación de abuso?
Alexandra dice “es importante siempre escuchar, contener, creer en el relato del niñx y dar aviso si o sí a los organismos de aplicación. En Río Cuarto, el organismo de aplicación es la SENAF (Secretaría de niñez, adolescencia y familia). Su objetivo es cranear e implementar acciones para garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes siempre que estos se vean amenazados o vulnerados. La idea es siempre privilegiar el fortalecimiento de los vínculos familiares y comunitarios.
¿Cómo evitamos la revictimización?
Cadozo explica que con la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes cambia mucho la perspectiva que se tiene de la infancia: “Esta ley tiene que estar bien aplicada, es muy importante porque estamos hablando de protección integral, y está sustentado bajo lo que es el interés superior del niño. Esto significa que la voz del niño se debe escuchar y tener en cuenta su opinión, como así también tener en cuenta las condiciones personales, la edad, grados de madurez de cada niño, el centro de vida. Tiene que haber un equilibrio entre los derechos y garantías”. La ley de protección integral pone a la infancia como sujeto protagónico, como sujeto de derecho.
Ahora bien, ¿pusimos el eje en proteger a la niña del video que se viralizó esta semana? El malestar general nos llevó a compartir imágenes de la niña, revictimizándola en cada “compartir”. El artículo 23 de la ley dice: “les niñes tienen derecho a la dignidad, tienen derecho a que se respete su dignidad, reputación y propia imagen”.
No podemos exponer, difundir y divulgar datos, informaciones o imágenes que identifiquen directa o indirectamente a lxs niñxs a través de cualquier medio de comunicación y publicación.
Compartir el video de la niña tiene consecuencias bastante heavys a largo plazo: la exposición de la niña es violentarla una y otra vez. ¿Nos preguntamos si ella quiere que todo el país vea esa situación? ¿Esas imágenes no contribuyen al morbo? ¿Cómo vuelve al colegio esta niña? Vulnerar la identidad y dignidad de una menor también es violencia.
Podemos ayudar de otras maneras. Pensemos en la potencialidad de, diariamente, crear discursos y relatos contra la violencia, proteger, escuchar y respetar a las infancias en cada acción.
Entonces, si es ilegal según la Ley compartir imágenes de menores, ¿qué hacemos cuando desaparece un niñe? Tranquis. Hay protocolos armados para estos casos.
“Alerta Sofía” es un programa de alerta de emergencia ante casos de niños, niñas o adolescentes desaparecidos que puedan encontrarse en grave peligro. Depende del Ministerio de Seguridad de la Nación. Consiste en difundir de manera inmediata la imagen e información del niño, niña o adolescente desaparecidx a través de dispositivos móviles, medios de comunicación masiva y redes sociales.
¿Y la ESI?
La Educación Sexual Integral es la herramienta más valiosa que tenemos a mano para empoderar a les niñxs. Desde 2006, la ley obliga a todas las instituciones educativas, de todos los niveles, tanto públicas como privadas, a garantizar el derecho a la educación sexual.
¿Para qué sirve? Para prevenir y promover derechos, pero también para acercar conocimientos a les niñes y que ellxs puedan identificar cuando están atravesando situaciones abusivas. La escuela es el principal espacio donde les niñes tienen la oportunidad de hablar. Los y las docentes son la primera línea de recepción de los relatos.
- ¿Te gusta este trabajo? ¡Entrá al baile! Pícara se mueve gracias a una comunidad de socixs. Con tu aporte nos ayudás a construir un medio autogestionado, independiente, con información libre y contenido original 😉 Quiero asociarme
Cardozo explica la necesidad de difundir la ESI no solo en los establecimientos educativos sino también en en todos los espacios formales e informales que habitan los niños y niñas, desde centros comunitarios y clubes hasta el ámbito familiar: “es fundamental la difusión del material, para tener más conocimientos sobre cómo accionar en un caso, aceptar un relato o ver un indicador de sospecha de abuso”.
Repensemos el vínculo de lxs adultxs y el cuerpo de les niñes
¿Cómo repensamos la manera en que nos vinculamos con lxs niños? ¿Cuáles son los límites con sus cuerpos?¿Qué zonas y en qué contextos tocamos? Naturalizamos que, desde la amorosidad, les adultxs somos dueñxs del cuerpo de lxs pibitxs: les tocamos la cabeza en la calle, obligamos a besar a lxs mayores, lxs apretamos porque son muy dulces. Pero pensemos: si un niño o una niña no puede decidir qué hacer con su propio cuerpo de pequeños, es muy difícil que comprendan los límites del cuerpo propio y ajeno, quién y en qué contexto puede o no tocarlxs.
Sabemos que lxs niñxs, en cierta edad, necesitan la proximidad física (son muy peques para limpiarse, por ejemplo) pero podemos desarrollar estrategias para hacerlo: “mamá te va a limpiar, permiso”, “¿puedo darte un abrazo?”. Dejemos que les niñes instalen límites sanos con el entorno cercano para poder marcarlos con les demás.
El cuidado de las infancias es derecho de les niñes, es responsabilidad ética y moral de lxs adultos, pero también es reparación histórica con todas las niñeces que fueron vulneradas. Hacernos les boludxs, no va más.
Información útil:
Línea 0800-222-1717: Programa Las Víctimas contra las Violencias. Ministerio de Justicia de la Nación. Podes denunciar aunque no seas familiar.
Línea 137: Programa Las Víctimas contra las Violencias.
Línea 144: Violencia contra la Mujer. Consejo Nacional de la Mujer.
Línea 102: línea de atención a NNyA.
SENAF Rio Cuarto (Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia): 0358 467-2940
Frente a una situación de abuso o violencia en cuarentena, está permitido salir solx o con tus hijxs a buscar ayuda.
Hacé circular esta información 👇