Ante el ajuste del Gobierno nacional al sistema previsional, jubiladxs y pensionadxs de Río Cuarto se organizan para luchar por vidas dignas.
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El 22 de abril pasado, el presidente Javier Milei celebró el superávit fiscal que alcanzó el Gobierno en el primer trimestre del año. Este objetivo se consiguió principalmente por el gran recorte en gasto público que hizo su administración desde que asumió la presidencia.
Según explica el sitio Chequeado, las prestaciones a la seguridad social son el gasto más importante del Estado nacional. En los primeros tres meses del 2024 ese gasto cayó 35,5% en términos reales y un 37,6% si solo se tiene en cuenta el pago de jubilaciones y pensiones.
“Este descenso durante el primer trimestre se atribuye a la aplicación de la fórmula de movilidad consagrada por la Ley 27.609, que no incluye la inflación entre sus factores de ajuste”, indicó en su informe de ejecución presupuestaria del primer trimestre la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Los datos no serían tan alarmantes si no fuera que, en Argentina, durante ese mismo periodo la inflación acumuló una suba del 51,6 por ciento, algo que impactó de lleno en el poder adquisitivo de las personas, que nunca vieron corregidos sus ya golpeados ingresos (registraron una reducción real interanual del 2,8 por ciento).
Ahora los datos que arroja el Indec sobre el costo de vida no son tan elevados como lo fueron, por ejemplo, en diciembre, cuando el índice de Precios al Consumidor sufrió una suba del 25,5 por ciento tan sólo en cuatro semanas. El problema es que los ingresos y jubilaciones siguen perdiendo en la carrera contra la inflación.
Particularmente, jubilados y jubiladas tienen que sobrevivir, en muchos casos, con una prestación mínima que en mayo alcanzó los $260.141,60, si se tiene en cuenta el bono de $70 mil que les fue otorgado. En tanto, el Indec consignó que en ese mismo mes el costo de vida para una persona sola fue de $268.012.
En base a estos números, una persona jubilada que cobra la jubilación mínima no llegó ni siquiera a cubrir la Canasta Básica Total, que mide bienes y servicios no alimentarios (como vestimenta, salud y transporte), pero no contempla el costo de alquiler de una vivienda.
A tan crítica situación se le suma el plan que el Gobierno intenta llevar a cabo a través de la sanción de la Ley Bases y con el que pretende desregular por completo la economía y cambiar de forma profunda los marcos sociales de la Argentina.
De aprobarse esta ley (actualmente tratada en el Senado entre oficialismo y los denominados “bloques dialoguistas”), se derogaría la moratoria previsional, un mecanismo que permite a quienes están en edad de jubilarse pero no cumplen con la cantidad de años de aporte requeridos, cancelar su deuda mientras gozan de una jubilación. En su lugar, se instalará la Prestación de Retiro Proporcional, un sistema de asistencia económica para personas que tengan más de 65 años y no lleguen a cumplir con los 30 años de aportes que exige la Ley de Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (24.241).
La organización en Río Cuarto
De cara a este panorama alarmante, jubiladxs y pensionadxs de la ciudad comenzaron a organizarse y crearon el Frente de Jubilados y Pensionados de Río Cuarto, que el pasado 23 de mayo realizó una nueva sentada en la Plaza Roca como forma de protesta.
“El motivo del reclamo es la situación que atraviesan hoy los jubilados, las leyes que se están viniendo, como la Ley Bases; la quita de derechos a los jubilados nacionales, los de la provincia que tienen un Apross que no funciona… Queremos que nos devuelvan a todos el 82% móvil, que PAMI le pague los remedios oncológicos a la gente, que Apross funcione en la ciudad, se le devuelva la jubilación a quienes estaban pagando la moratoria, que siga habiendo moratoria, cuya quita afecta principalmente a las mujeres, porque el trabajo en la casa y de cuidado no se reconoce, no tiene aportes”,
explicó Magui Gabosi, una de sus integrantes.
Entre todos los puntos que mencionó la entrevistada, uno de los más llamativos es la falta de entrega de medicamentos. “A nivel nacional, hubo alrededor de 100 personas fallecidas por la falta de envío de medicamentos de PAMI. Eso es de terror. Se trata de medicamentos para enfermedades oncológicas, principalmente. Hay medicamentos que no se pueden cortar y llegan tarde o directamente no llegan. Quien los puede comprar, los compra, y quien no, se muere”, relató.
Aunque el Gobierno desmintió estas noticias en un escueto comunicado, desde la red Unidos por el Cáncer aseguraron en abril pasado a Página/12 que la entrega de medicamentos por parte de la Dirección De Asistencia Directa Por Situaciones Especiales (Dadse) estaba paralizada desde diciembre. Días después, el mismo medio informó que trabajadores del organismo se habían comunicado con un paciente para avisarle que su medicación había llegado, pero la persona ya había fallecido.
Claramente, el contexto no es fácil para las vejeces, pero se responde con debate y organización: “Estamos recién conformando el frente, es un armado que va a llevar tiempo, estamos tratando de consolidarnos. Cada uno hacía su reclamo por su lado y dijimos ‘acá hace falta unión’, entre todos va a ser más fácil. Estamos hablando con todos los centros de jubilados de la ciudad”, indicó Magui y agregó que muchos de estos espacios aún son reticentes a sumarse a actividades políticas y prefieren ser el lugar en que jubilados y jubiladas pasen momentos de alegría a través del encuentro y de talleres y actividades recreativas.
Pese a ello, el Frente sigue con su “trabajo de hormiga” para ampliarse e interpelar al Poder, pero también al resto de la sociedad para que sus reclamos sean acompañados.
“Empezamos siendo 20 y hoy ya somos 50. Se van sumando gremios… es un trabajo de hormiga que vamos haciendo, poco a poco, desde el mes de marzo, cuando hicimos la primera sentada. Creo que de a poco vamos siendo más. Nunca en una construcción así, que agrupa distintas ideas y distintos espacios, va a ser fácil llegar a acuerdos pero en eso estamos y vamos avanzando”,
cerró Gabosi.
En tanto y hasta la próxima sentada, les integrantes del Frente siguen trabajando, organizando y convenciendo “desde la paz y desde el amor”.