De los suburbios de Puerto Rico al éxito global. Odiado por muchos, amado por otros y una filosofía de vida para algunos. Sin dudas, el ingrediente latino que puso a bailar al mundo entero. El reggaetón.
Probablemente la mayoría de las personas que están leyendo esta nota superan los veinte años de edad. Y ya es hora de que confesemos algo o al menos de mi parte, creo que debo confesar algo. Me gusta el reggaetón. Nos gusta el reggaetón. Y ya era hora de admitirlo, ¿NO?
Es la música uno de los principales factores que moldea poco a poco a la identidad de las personas y sobre todo, de las juventudes. Marca momentos valiosos de la vida y es un factor que también señala cambios de épocas. Estamos acá para hablar de un fenómeno musical que explotó cuando la mayoría de nosotros tenía doce o trece años. Un movimiento cultural que surge en Centroamérica, pero que llegó a nuestro país, a todo Latinoamérica y después al mundo, como un torbellino que se llevó puesto a todos los géneros musicales existentes hasta el momento.
Para leer este humilde escrito, te invito a que pongas play a la playlist de reggaetón que armamos para esta ocasión. Que suene de fondo. Te garantizo que buenos recuerdos van a venir a tu memoria. Eso sí, no es válido levantarse a perrear, hasta no llegar al final de la nota.
Seguramente si te digo que pienses cuál fue la primera canción de reggaetón que escuchaste a tus jóvenes doce años, la primera que se te venga a la mente sea esta. De hecho, y no sé por qué razón lo recuerdo, es la mía. No dejaba de sonar en los programas más populares de la televisión argentina y poco a poco iba ganando más espacios en los rankings más populares de las radios. El público no dejaba de preguntarse de qué se trataba este nuevo género musical. No dejaba de preguntarse, quién era ese muchacho de gorra al costado con cadenas largas doradas y un marcado acento puertorriqueño, que empezaba a pisar los escenarios más importantes del país.
Gracias a Daddy Yankee y su tema “La Gasolina” que salió al mundo en el año 2004, comenzamos a presenciar, casi sin darnos cuenta, una transformación en el mundo musical.
Pero cómo sucede con cada movimiento cultural que llega al mundo para transformar, para revolucionar, para cambiar, el perreo hasta la cima, no fue para nada fácil.
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Fue en Puerto Rico en los años 90 donde el ritmo tuvo su origen. Surgió entre los jóvenes de los barrios populares de la Isla Centroamericana, que marcados por la cultura del hip hop de New York, comenzaron a rapear con su idiosincrasia caribeña particular sobre bases musicales que provenían de otros países del caribe, como Jamaica y Panamá.
En algunas canciones de la playlist te habrás dado cuenta que una frase recurrente de este género urbano es la palabra DEMBOW. Hablamos de eso, del ritmo de base que conforma el reggaetón y como leí por ahí “LA ESPINA DORSAL DEL GÉNERO”.
En un estudio casero montado en un garaje, en medio de un barrio marginado de Puerto Rico, Dj Playero (para muchos considerado el padre del reggaetón), fue quien grabó los primeros sonidos de este ritmo. Los jóvenes raperos llegaban a sus puertas para mostrar su talento, para tratar de sobrevivir, un día más, a la dura realidad que atravesaban en las calles de San Juan, capital de la isla caribeña. De allí salieron los famosos playeros, casetes con pistas de reggae/rap.
“La palabra reggaetón, Daddy Yankee la cantó en el Playero 36 si no me equivoco, aparece en un tema, y fue la primera vez que se usó. El género reggaetón salió a los años, estoy hablando del año 2000, cuando salió DJ Blass con Reggaeton Sex y otro tipo de cosas”, cuenta DJ Playero en una entrevista para Red Bull.
Estas melodías crecían con éxito, pero de manera clandestina. Por eso inicialmente recibió el nombre de música UNDERGROUND.
“Muchos trataron de detenernos, Como pionero que soy, creo que puedo hablar sobre eso, sobre cómo el gobierno trató de pararnos, sobre cómo personas de otros estratos sociales (…) miraban por encima del hombro a los jóvenes de los barrios, subestimándonos y viéndonos como marginados” denuncia Daddy Yankee en un medio de comunicación de Miami.
Las letras caracterizadas por su contenido violento y sexista, llegaron a oídos de las elites que comenzaron a criticarlo. Lo llamaron inmoral, artísticamente deficiente, un atentado al orden social, misógino, una versión aguada del hip-hop y el reggae, la sentencia de muerte de la salsa, y una música ajena a Puerto Rico. El Estado no se quedó atrás. Debido a que el reggaetón se asociaba con los ciudadanos más pobres y negros del país, fue hostigado. En 1995, el Escuadrón de Control del Vicio de la Policía de Puerto Rico, con la ayuda de la Guardia Nacional, tomó la iniciativa sin precedentes de confiscar grabaciones de tiendas de música, alegando que las letras de reggaetón eran obscenas y promovía el uso de drogas y el crimen.
“Del auge, venía empujando las puertas solo. ¡Ey, tienes que ponernos en las radios y tienes que llevarnos a la televisión! Es algo que nosotros queríamos, que añorábamos, pero en aquella ocasión, no creían en nuestro movimiento. Y cuando los productores empiezan a llevarnos a los canales, los ratings explotan, las emisoras explotan (…) Cuando yo arranco, era simplemente lo que llamábamos el mundo underground. Era simplemente una mesa con micrófono, el dj y tu tenías que grabar activo, sin equivocarte”
decía Daddy Yankee en una entrevista realizada en el año 2015 en Argentina, en el marco de una gira mundial.
Mientras, otro artista pionero en el mundo de la música urbana, Don Omar, manifestaba lo siguiente en una entrevista para Billboard : “Cuando a mí me preguntaron acerca de la música, yo dije que en algún momento en mi género la música también era muy gráfica, vulgar y violenta. Yo soy ejemplo vivo de haber sido vetado en mi país. También soy ejemplo de que la violencia dentro de mis canciones se devolvió, la violencia que yo ponía detrás de mis letras un día me dio un golpe”.
Uff. Cuanto que no sabíamos de un ritmo, que bailamos y escuchamos cada fin de semana y del cual nos hemos apropiado sin ser conscientes. O al menos esta es mi sensación en este momento. El reggaetón, desde sus comienzos ha sido acusado de ser un género frívolo y apolítico. Puede ser. Pero si todavía suena lade reggaetón de fondo, no podés negar que alguna de todas esas canciones, la tenías guardada en tu viejo MP3.
Ramón Luis Ayala Rodríguez, para los amigos y Daddy Yankee, para el mundo, le dio luz a ese género que había permanecido durante varios años en la oscuridad. La cima había llegado y la hora del perreo intenso, también.
Los álbumes de reggaetón alcanzaban ventas de oro, platino y doble platino, en varios países del mundo y se colocaban entre los mayores éxitos de la industria latina de la música. Estaciones de música tropical en Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Miami rápidamente alteraron sus formatos para incorporar el reggaetón y otros géneros urbanos. Del mismo modo, sellos disqueros de hip-hop establecieron subdivisiones latinas y firmaron contratos con los más prometedores artistas disponibles.
De las arenas de las playas paradisíacas del país Boricua, nacía cada semana un artista nuevo. Makano, La Factoria, Tego Calderon, Hector y Tito El Bambino, Nicky Jam, Farruko, Chino y Nacho, Zion Y Lennox, y así podría seguir. Temas como “Diva Virtual”, “Sígueme y te Sigo”, “Llamado de Emergencia”, “Perdóname”, “Su Nombre en mi cuaderno”, se reproducían a cada minuto en las radios y en la televisión.
Astros urbanos como Wisin y Yandel, Calle 13 y Don Omar, no solo estaban ganando millones, sino también siendo contratados para promocionar productos, participar de giras mundiales, en películas de Hollywood y hasta promover líneas de ropa. Gracias al creciente esfuerzo de productores latinos como Luny Tunes, el reggaetón empezó a ser considerado un género cada vez más mainstream.
“Nosotros grabábamos en Cayey hasta con cartones de huevo. Y entonces, estábamos cantando diez minutos de corrido y, si te equivocabas, tenías que volver a empezar (…) Grabábamos casetes y los vendíamos a diez pesos. Pero lo disfruté y es lo que nos ha hecho fuertes, lo que nos ha dado esa base de los duros” explicaba Yandel en una nota para el sitio web “El Minnesota de Hoy”.
Esos jóvenes habían dejado de ser simples raperos, para convertirse en reggaetoneros y todo lo que añoraban en sus canciones, había llegado. Sus cuentas de banco empezaron a crecer, las cadenas ya no eran de “oro”, eran de oro real. Los autos de lujo, las casas extravagantes frente a la playa y las enormes piscinas eran parte de su realidad. Todos lo que estos artistas habían confiado en la FE de Dios, era una realidad y tenían con qué. El éxito iba más allá de cualquier religión, tenían talento.
En un suelo apasionado por el vallenato y la salsa, este nuevo ritmo llegó a las tierras colombianas no solo para ser palpitado en las discotecas, sino también para mutar. A partir de la década de 2010 Medellín jugó un papel muy importante en la producción y comercialización de este género musical. Según empresarios locales, este fenómeno se debió a que el ritmo dejó de recibir la misma atención que recibía en Puerto Rico en los inicios. Por otra parte, los productores argumentaban que en el país latinoamericano se encontraban los equipos humanos y técnicos necesarios, los estudios de grabación y las facilidades económicas al pagar en pesos colombianos. En un año, entre discotecas, fiestas de quince, show privados, presentaciones en barrios, actos en pueblos y fiestas populares, en Medellín pueden realizarse más de 200 conciertos del género. En la ciudad también se han grabado videos de grupos puertorriqueños como Magnate & Valentino, Lui-G y J Álvarez, entre otros.
¿Alguna vez pensaste que existe una relación entre la filosofía y el reggaetón? Me gusta imaginar que sí.
El filósofo griego Sócrates, le pedía a los ciudadanos que se unieran a las charlas que él mismo organizaba en las calles para preguntarse dónde residía la verdad auténtica. Platón conoce al filósofo a sus veinte años y se convierte en su discípulo. En el 399 a.c, Sócrates es asesinado, tras ser acusado de corromper a los jóvenes con sus nuevas ideas. Platón se inspira en las obras de su maestro y crea las suyas. Luego de años de huir, crea “La Academia”, la primera escuela de filosofía. Tranquilos, esto no se convirtió en una clase de historia. Pero, así como Sócrates debió atravesar barreras para imponer sus ideas, los mismo debieron hacer los precursores de este nuevo ritmo. Y así como Platón se inspiró en las obras de su maestro para crear las suyas, lo mismo ocurrió con los artistas colombianos como J Balvin o Maluma. Inspirados en artistas como Don Omar o Daddy Yankee, comienzan a vacilar con su propio reggaetón.
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Es en la segunda capital de este ritmo urbano, donde y no menos importante, el género es transformado.
En la edición del año 2019 de los premios “Lo Nuestro”, Ozuna, Zion y Lennox, J Balvin, Yandel, entre otros homenajearon al “Gran Jefe” y le entregaron un reconocimiento por su trayectoria. Esto decía J Balvin: “Yo, mis amigos, mis colegas primero, el mundo te agradece porque sin Daddy Yankee, no habría reggaetón en el mundo de la manera en que ha sido. Dios sabía que tenía un plan que era dejarme inspirar por lo que has hecho, por tu legado y no existiría un J Balvin, si no fuera por Daddy Yankee, asique a todo honor, yo doy gracias a Dios”.
En el año 2020 en los mismos premios, el gesto fue devuelto y Daddy Yankee le entregó el reconocimiento a su amigo J Balvin. Esto decía: “El propósito de un líder siempre es crear nuevos líderes. Estoy bien orgulloso de ti y contento de que por lo que nosotros nos hemos sacrificado tanto, ustedes estén volando por todo lo alto. Asique, sigue rompiendo hermanito”.
“Sin lugar a dudas Daddy Yankee, es una de las personas que me ha inspirado a ser lo que soy. Si no fuera por la inspiración que me ha dado, no estaría aquí (…) Nicky, Wisin ,Yandel, Tego, Don Omar, todos, gracias por la inspiración. Yo no me siento un icono, porque icono eres tú, pero si me siento un gran soñador. Esto se lo dedico a Colombia, a Medellín” agradece el niño de Medellín.
Si todavía sigue sonando la playlist habrás notado que el ritmo fue cambiando a medida que avanzamos en el tiempo. Su nacimiento fue un hecho histórico, que arrasó con todos los demás géneros musicales existentes. Hoy el reggaetón es un género sumamente comercial. No tiene la misma esencia que en sus comienzos, eso es verdad, y a veces la extrañamos.
Pero aunque para muchos era solo una moda del momento, el reggaetón hace más de diez años que logra cosas impensadas en el mundo de la música. Es tal la influencia musical de este género, que se convirtió en el principal embajador de la latinidad alrededor del mundo y ha arrastrado artistas de otros géneros como Justin Bieber, Madonna o Beyoncé
¿Alguna vez pensaste que Luis Fonsi iba a terminar metiendo un hit como Despacito, después de haberlo escuchado cantar, “Yo no me doy por vencido”? Si, se dio por vencido, pero con los lentos…
El reggaetón consiguió algo que no se lograba hacía años, que una canción en español alcanzara el primer puesto en la prestigiosa lista de Billboard. La hazaña fue de Despacito, la canción lanzada en 2017 por Luis Fonsi y Daddy Yankee, con un remix posterior de Justin Bieber. Aun hoy, esta canción se ubica en el puesto número uno de los videos más vistos de YouTube. Este es un logro latino y es nuestro.
“El reguetón moderno es muy comercial, pensado para vender, llegar a las masas. Se ha ido mezclando con el trap, la música electrónica, pop, entre otros, y se ha convertido es un comodín incluso en el que los cantantes de otros géneros, como Shakira o Carlos Vives, por ejemplo, incursionan en el género, usualmente acompañados de artistas que sí son reguetoneros” explica Gatsby en una entrevista para “Señal Colombia”. Gatsby es el creador de “Suelta como gabete”, una de las fiestas de reguetón más populares de Colombia.
Jose Alvaro Osorio Balvin, más conocido como J Balvin, es quién en mi humilde opinión, entendió todo. Barack Obama lo dijo: ¿Quién no ama a J Balvin y al reggaetón?
Reinventó las reglas del ritmo urbano y fue quien le dio el éxito definitivo a nivel mundial. Jose, con su perreo, trascendió la cima. Reescribió la industria urbana. Y esto, no solo es cuestión de música, que obvio nos encanta, también “El niño de Medellín”, comprendió muy bien el negocio de la música y del marketing.
Como él mismo rima en sus canciones “Aquí está el negocio, socio”.
Su último álbum de estudio “Colores” es un fiel ejemplo de lo que estamos hablando. En medio de una pandemia, el artista urbano fue uno de los primeros que se animó a lanzar un álbum de diez canciones.
Plagado de incertidumbres, nada detuvo el éxito de su producción. De una idea muy simple, de la generación de contenido constante y de una estrategia muy bien pensada, al menos una canción de este disco ocupa un puesto en los rankings más importantes de las plataformas digitales.
Los sencillos del álbum llevan nombres que nada tienen que ver con las letras, pero sí con un concepto. Al llamarlos “Blanco”, “Morado”, “Rojo”, hace una referencia a la multiculturalidad, a las elecciones de vida. En los videos se atreve a contar historias que nada dicen de la canción, pero… no podemos dejar de verlos. ¡Queremos saber de qué se trata el color verde! Y si tenés ganas podes comprarte un buzo con el color de tu canción favorita. O si tenés hambre podes pedirte un Combo en Mc Donalds con su nombre. Sí, es el primer artista latino en conseguir algo así.
“Los colores son como un lenguaje universal, para mi igual que la música, cada canción tiene su propia emoción, sentimiento”
contaba Jose, en su concierto virtual “Behind The Colores”, para presentar su último álbum de estudio.
J Balvin conoce las audiencias, el mercado y los gustos del público. Nada está librado al azar. Todo estuvo perfectamente pensado, para que al menos una canción de este disco quede resonando en nuestra mente. ¡WOW!
“Soy un ciudadano del mundo y creo que por medio del sonido y otros movimientos culturales podemos mostrarnos como ciudadanos del planeta. Yo no hago música para los latinos porque eso querría decir que mi visión es muy pequeña. Yo hago música como latino, pero me reconozco como un ciudadano del mundo. Y como tal tengo que hacer música para conectar personas de Medellín, Tailandia o Australia.” manifestaba el niño de Medellín en una entrevista para la revista GQ.
Para muchos expertos musicales, antes que cualquier otro artista latinoamericano del género urbano, J Balvin entendió que el éxito de la música estaba en lo global. Comenzó a mezclar el reggaetón con ritmos más universales como la electrónica, el hip hop, el trap y sonido más pop. Se alejó de la estética característica del género y transformó la imagen del reggaetonero clásico, siempre rodeado de autos lujosos, letras sexistas, videos con mujeres voluptuosas y tipos con cadenas. Se muestra como un hombre sencillo, que entrena, que medita en medio de las montañas, que tiene el sueño de formar una familia, que no tiene miedo de exhibir sus problemas de ansiedad y depresión, que ama a los niños. Y de hecho, también llega a los más pequeños con su nueva canción “Agua” para la nueva película de “Bob Esponja”.
¡Todos los artistas de cualquier parte del mundo quieren a Jose en sus canciones! Y no es para menos. Él es el ingrediente necesario para que una letra se transforme en un hit. Si no me crees mira la playlist y fijate en cuántas canciones aparece la colaboración de J Balvin. Beyonce, Justin Bieber, Selena Gómez, Daddy Yankee, Bad Bunny, Farruko, Sean Paul, Zion&Lennox, Prince Royce, Rosalía, Nicky Jam, Karol G, Willy William, Steve Aoki Pharrell Williams y Dua Lipa se unen a la larga lista de nombres de artistas con los que ha colaborado el colombiano y no hay muchos músicos que puedan presumir de algo así.
Siempre remix, nunca enemix es una tendencia hoy generalizada en el mundo de la música. Y los artistas del género urbano lo entendieron muy bien. No buscan competir entre ellos como en las viejas épocas. Unen sus esfuerzos para multiplicar resultados. ¿Se imaginan hace doce años atrás a Daddy Yankke y Don Omar haciendo una canción juntos? IMPOSIBLE.
[share_quote quote=”Siempre remix, nunca enemix”]
“Todo está fríamente calculado. J Balvin, cuyo nombre real es Jose Álvaro Osorio Balvin y nació en Medellín, se ha convertido en una estrella global —con 11 millones de seguidores en Instagram y casi tres mil millones de vistas en YouTube— pero para conquistar Estados Unidos está intentando atraer el centro de gravedad de la música pop hacía él; está reescribiendo las reglas de lo que significa ser una superestrella latina en una época de teléfonos inteligentes y redes sociales” dice The New York Times sobre el artista colombiano.
Pero, ¿qué sucede con las mujeres en el mundo del reggaetón? Como todo, es un escenario que no escapa al sistema patriarcal.
En sus inicios fue un ámbito sumamente dominado por hombres y ha degradado y objetivizado a la mujer. En los tiempos que corren, el empoderamiento femenino ha permitido el surgimiento de artistas mujeres del género urbano.
Aún no deja de ser un espacio narrado por hombres que debemos analizar críticamente. Ahora ¿tenemos que dejar de escuchar reggaetón? Claro que no. No es un enemigo de las mujeres. En mi opinión siento que el género en algún punto ha puesto palabras explícitas a lo que todos queremos, “bellaquear”. Ahora las mujeres suben al escenario, no solo como objetos de deseo, sino también como sujetos deseantes, dueñas de su cuerpo. El reggaetón con su bajo palpitante y su ritmo seductor, nos ha puesto a perrear a todas sin ningún tipo de pudor, y es un escenario de emancipación. Nos ha liberado. Nos ha empoderado.
No te digo que mañana salgas a la calle con una remera que tenga la cara de Maluma, pero…. no me podés negar que algo de razón tengo. ¿O me vas a decir que durante la cuarentena no paso por tus oídos un temita de Don Omar? Dale. Inconscientemente el reggaetón forma parte de nuestros mejores recuerdos. Así como ahora el fenómeno del Trap atrapa a los centenialls, lo mismo sucedió hace diez años atrás con el reggaetón y con nosotros, con los millenials y es hora de que lo supiéramos.
A todos los que nos sale una sonrisa de oreja a oreja cuando escuchamos el saxo inicial de “Ella me Levanto” de Daddy yankee, para todos ustedes, este humilde escrito.
¡Ahora sí! Subile el volumen a la playlist y ¡A PERREAR!
