Indeleble es una película documental que nos acerca las vivencias de Patricia Muñoz, una joven trabajadora social de Río Cuarto. Desde el relato en primera persona, recontruye su historia de vida, atravesada por el abuso sexual, las drogas y el trabajo sexual. El documental deja al descubierto las marcas que la violencia patriarcal imprime, como tatuajes, en los cuerpos e historias de las mujeres.
Conversamos con Stefanía Aluffi, una de sus guionistas y Agustina La Cava Aranguez, asistente de producción de la película, para pensar: ¿Cómo narrar una historia de vida desde perspectivas feministas? ¿Desde qué enfoques elegimos contar las historias de las mujeres y el patriarcado? ¿Cómo hacer uso de los relatos dolorosos para abrir debates?
Podés ver Indeleble en su re estreno virtual este sábado 5 de junio entre 20 y 00 horas. El link de YouTube se liberará en el Instagram de la película @indeleblelapelícula
-La protagonista expone en sus relatos muchas heridas que siguen abiertas, tanto que nos da ganas de correr a abrazarla ¿Cómo trabajaron sobre el dolor?
-Agustina La Cava: Desde el principio nos pareció fundamental no realizar un tratamiento sensacionalista de la historia de la Patry, de su dolor, de sus heridas. Y en este sentido buscamos construir una protagonista que no fuese solo una víctima. La mayoría de los hechos que ella relata son dolorosos, claro. Pero nos interesaba contar que Patry no es solo víctima, no es solo ese dolor, sino que es muchísimas cosas más. Lleva las marcas de todo eso que le sucedió, de todo ese sistema patriarcal y machista en la piel, en su forma de ver el mundo, de relacionarse con les demás.
Los feminismos trabajamos sobre el dolor porque entendemos que lo que duele a unx, duele a muchas personas más. El dolor es político y política también es la responsabilidad de acompañarnos y buscar caminos para sanar con otres. En este sentido, Agustina agrega: “Desde un principio buscamos que el documental no solo cuente la historia de Patry sino que también refleje la historia de muchas otras personas, en principal mujeres, que puedan sentirse identificadas con los relatos, con los hechos que ella vivió, que tengan otras formas de ver el mundo pero que puedan nutrirse de la experiencia de ella”.

-Comentando el docu con amigas, nos decían que verlo resulta doloroso, pero que al final se sentían más fuertes ¿Cómo construyeron el punto de vista sobre la historia de Patricia?
– ALC: El proceso de rodaje fue bastante extenso, entre cada entrevista había bastante tiempo, lo que nos permitía poder re-escuchar el material para desmenuzar la información que Patry nos había dado. Entonces había mucha información en general, cada entrevista era bastante larga y fuerte. Esos tiempos que nos quedaban entre entrevista y entrevista, lo usábamos para analizar el material y entre todes decidir hacia donde queríamos llevar el relato, si bien es el relato de ella, también tiene el relato de otras personas que vivieron situaciones similares. Decidimos sumar el relato de estas personas para justamente aportar puntos de vista distintos al de Patry y a los nuestros. Ahí surgen las entrevistas a otras mujeres, que creemos que suman bastante, no sólo porque hablan de la temática sino también porque tienen formas distintas de contar y de pensar lo que les sucedió. Nos parece que enriquece muchísimo la historia.
-Los femicidios, la violencia, los abusos, son temáticas que requieren de un tratamiento responsable, desde el respeto, y a la vez necesitan denunciar estas problemáticas en toda su complejidad. ¿Crees que lo lograron?
-Stefania Aluffi: Creo que la reflexión constante hizo que nos acerquemos a esa cobertura responsable. Nosotres siempre estuvimos haciendo autocríticas y siendo reflexiv*s, miramos mucho para adentro del grupo, para adentro de nosotres mismos también, un poco era inevitable pero también era necesario. Fue replantearnos un montón de veces muchas de las cosas que estábamos haciendo, por donde encarábamos la historia, que preguntas hacíamos, etcétera. Obviamente podríamos recibir miles de críticas constructivas porque visibilizar y denunciar toda la mierda patriarcal que nos atraviesa como sociedad, es un camino que recién comienza y estamos en búsqueda a nivel social de ese equilibrio, de por dónde sí o por dónde no. Pero nosotres siempre intentamos hacer una cobertura responsable, informándonos y buscando aprender mucho sobre el tema, sobre nuestra protagonista y las entrevistadas.


La potencia de las producciones audiovisuales realizadas colectivamente radica, en parte, en crear escenarios serios y comprometidos donde discutir con otres aquello que duele: “El documental nos pareció que era una buena forma de empezar a hacernos preguntas alrededor de las problemáticas para poder desnaturalizarlas y crear mundos más libres de violencias, más equitativos. Creemos que el documental es un disparador para la reflexión capaz de generar debates y ponernos a pensar qué onda con todo esto, qué onda con el trabajo sexual, con las adicciones, con las distintas formas de violencia patriarcal” agrega Stefania.
-Producir desde una mirada feminista supone muchas tensiones. En el documental se expone esta dicotomía entre prostitución y trabajo sexual, entre abolicionismo y reglamentarismo ¿cómo encararon este debate?
-ALC: Fue complejo porque la temática lo es, pero consideramos que es una discusión que está re en auge dentro del feminismo y queríamos que se diera en esos términos, de discusión, de debate, de intercambio de experiencias. Por eso cuando entrevistamos a Patry y conocimos su punto de vista sobre esta cuestión, como relataba ella su experiencia, decidimos incluir un punto de vista que fuera distinto. No creo que estos puntos de vista choquen entre si, sino me parece que se entrecruzan, que aportan entre sí, y pueden construir un debate más sensato que posicionarse de un lado u otro, habilitando otras miradas, otras formas de pensar la problemática.


-¿Por qué eligieron contar la historia en retroceso hacia la infancia?
-ALC: Contar la historia en orden cronológico significaba comenzar el documental por la parte que considerábamos más cruda de la historia de Patry. No era desde donde queríamos empezar a contar su historia, en relación a que no queríamos revictimizarla, ya que en la infancia se da el hecho en donde más desprotegida estuvo. Queríamos arrancar a contar desde donde ella se para hoy a contar su relato. También porque la historia de Patry es muy dolorosa, entonces buscamos dosificar un poco esa cuotas de dolor para que su relato no sea solo enfocado en eso.


-El cine, sobre todo el documental, tiene la capacidad de tocarnos las heridas. Como feminista, ¿qué implicó en ustedes producir un relato en primera persona?
-ALC: No fue la misma sensación ninguna de las veces que me encontré con el relato de Patry, todas las veces mueve fibras distintas. Entiendo que tiene que ver con este entrecruce entre su relato, mi historia y el relato que conozco de compañeras o niñas cercanas. Todo ese entrecruce genera bastante dolor, por un lado; pensar que algunas cuestiones que le sucedieron a Patry hace muchos años también le suceden a niñas hoy, me parece muy doloroso. Cada vez que vuelvo a entender que esa violencia es sistemática, es histórica y nos sigue sucediendo, me parece una crueldad enorme. Pienso en lo complejo que es salirnos de este sistema violento y lo vulneradas que estamos todo el tiempo, desde que somos niñas hasta nuestros últimos momentos. Por otro lado; ese mismo entrecruce me genera un poco de esperanza, el acompañamiento entre compañeras me hace sentir que el feminismo es la salida, que el amor es la salida. Implicó también mucha reestructuración de ideas, de conceptos, de formas de interpretar algunas problemáticas. Yo llegué al documental allá por el 2017 con algunas ideas y hoy tengo muchas distintas, que cambiaron, que mutaron y eso me parece muy valioso.
SA: Para mi, implicó un poco hacerme mas feminista después de pasar por toda esta experiencia y aprender, aprender muchísimo. Cuestionarme cosas y poder verlas de otra forma. Personalmente fue muy duro, a veces me tocaba entrevistar y era un dolor un poco insoportable, aguantar el llanto para poder sostener la grabación cuando en realidad quería abrazar a Patricia y llorar con ella. Me hizo pensar en historias de familiares, que una sabe y decís “es lo mismo, es un montón de violencia constante en un montón de lugares”. Patricia no es solo ella, capaz te paso a vos o a alguien que querés o tenés cerca, entonces es como una mezcla de dolor y bronca. Pero también es la oportunidad de bajar, y convertir esa bronca en otra cosa: en apostar en el feminismo, en laburar estas temáticas y hacerlas visibles para que dejen de ser tabú o tratadas desde esa mirada paternalista, meternos en el tema, comprometernos sabiendo que es un proceso de aprendizaje, entendiendo que podemos hacer un aporte en el cambio que queremos para que la violencia en algún momento termine. Lo resumiría en aprendizaje y mayor convicción de que es por acá.

Ficha Técnica
Dirección, Guión y montaje: Claudio Rosa
Producción General y Guión: Marcos Altamirano
Guión y Asistencia de Producción: Stefanía Aluffi
Asistente de Producción y redes sociales: Agustina La Cava Aranguez
Asistente de Edición: Ariadna Rossi
Sonido: Luciana Ortiz y Luis Bari
Asesoramiento teórico: Marina Tomasini
Asistencia: Camilo Rosa
Poemas y lecturas: Claudia Masin
Cámara: Claudio Rosa / Marcos Altamirano / Camila Petenatti / Lucas Ortiz / Verónica Franco / Carla Gambluch / Lucía Goicoechea / Mariela Mattana /Santiago Moriconi
Tratamiento de Color: Sebastián Ferrero
Postproducción de Sonido: Estudios Multimedia / Marcos Carreño / Diego Giménez
Música Original: Juan Pablo Fernández
Asesoramiento Musical: Antonio Pita
Diseño de Título: Sergio Villar
Diseño Gráfico: Camila Petenatti